En Día del Periodista, ANP reafirma valores y principios del periodismo con compromiso social
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú saluda con fraterno afecto a los hombres y mujeres, que comparten en todo el territorio patrio, el compromiso inclaudicable de informar con la verdad y mantener en alto los ideales de una prensa libre de las ataduras del poder político y del poder económico.
En tal sentido y en ese caminar gremial, donde no hay espacio para la fatiga, el oportunismo ni el temor, la ANP en ocasión de su reciente vigésimo cuarto congreso nacional, ha ratificado su decisión gremial de luchar contra todo aquello que promueva la "mordaza de oro" y, por tanto, prostituye el valor ético de la palabra, así como de la "mordaza política" que vulnerando los valores y principios de la democracia, recurre a proyectos jurídicos para que la prensa incumpla su deber de informar con la fuerza inteligente de la razón y de la veracidad.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú, conformada por 91 asociaciones provinciales, departamentales, regionales y sindicatos autónomos, representativos de los trabajadores de la prensa y emprendedores autogestionarios, hace también propicia la fecha conmemorativa del Día del Periodista para recordar con emoción institucional a quienes han ofrendado sus vidas en el cumplimiento de su deber periodístico, sin que se haya sancionado en la mayoría de los casos a los autores materiales e autores intelectuales de tales crímenes, pese al tiempo transcurrido.
De la misma manera, como organización gremial identificada con los anhelos y demandas del pueblo trabajador, la ANP hace constar en esta efemérides, la situación de pobreza, exclusión, injusticia y desigualdad social en la que se encuentran sobreviviendo miles de periodistas, sobre todo en el interior del país, razón por la cual en su vigésimo cuarto congreso nacional, con la participación de más de 300 delegados plenos y fraternales, llegó a la conclusión que tal estado de cosas, son la consecuencia de estructuras sociales, económicas, políticas, éticas y culturales y constituyen, por tanto, una situación de violación extrema de la condición humana y una supresión brutal de derechos económicos y sociales que se han venido acumulando desde tiempo atrás y que hoy constituye obligación de los Poderes del Estado, incluyendo a las administraciones regionales y locales, darle solución considerando que la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado.
Roberto Mejía Alarcón
Presidente ANP
Zuliana Lainez Otero
Secretaria General ANP
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